viernes, 31 de agosto de 2007

Tras bambalinas...

Qué dulce era la entropía de los cándidos,la sepultura de alguna cita, ser el hilo dental del suelo o la ganancia pauperrima o del amor su plusvalía. Pero qué carantoña me sirvió las pocas palabras al aire y qué poco aire quitó la maravilla incierta. La redundancia del papel incauto, la abadía del cuarteto en varias sinfonías, el canto que esgrime sin arañar el rostro y el pecado. Qué solemne fue la promesa del desamparo o la cicuta que mengua la libertad del amigo y soltero. La revolución que pilló al liberal y la simpatía del hombro a la sota. Qué tanto y poco era el caminoque no se traza y la frontera roja esculpida por una mejilla. Rareza sea el brinco sin capachún de la inocencia. ¡Oh, la nena que vence al apolítico en la sensibilidad! El clamor de la piedad se redujo al tiempo entintado del Ilota engrendrado.
Escurriese la sal de las narices,se plantó el cerezo de la discordia y se fermentó el vino del ex borgoña, de la ex esquicitez del aliento, la manipulación del ánimo, el arma doble filo de un dios.
La guerra púdica del infame, del "aca no soy" del perdón con pesares con doble P, la misma exaltación de las ancianas, el doble 7 del dado que Dios jugó y salió ganando...
Por la maravilla que se ajena...
Yo brindo...

sábado, 25 de agosto de 2007

Eco,eco,eco...

Sabia que existe ese modo de guardar los mensajes que alguna vez se envía para recordar lo que se envía. Sucede que algunas veces el mensaje se manda sin concretar ideas o algunas sensaciones. Ahora que haya descubierto ese sistema, pareciera que el releer lo enviado fuera el eco que despido desde algún rincón de la ciudad para dar hasta en el otro rincón. El efecto de eco al leer y releer lo mismo como si no fuese nunca a acabar y decirse a uno mismo que la carta espera, solo que no se sabe cuanto esperara. El eco de los mensajes guardados. El espejo del abismo que parece no sorprenderme...Interesante este efecto... la filosofía del control a las comunicaciones... Se puede sentir, en medio de la globalización, un poco el efecto humano...

¡¡¡¡Anfetaminas!!!!

Sucede que no es una entrada con valores didacticos y no soy mamá de nadie. Pues ya aburrida se encuentra la juventud y la supervivencia es una solidaridad con la autodestrucción del cuerpo, de la mente, del pecho que guardó un corazón que solo late cada hora, cada cu cú del reloj con pendulos, con pesares. No pondré toque de queda al incontrolable ni al incomprendido de tantos reclames televisibos. Ya sabe difícil esta explicación pero siempre cae bueno algo didacticamente desaprendido o algo por el estilo que nunca usé. Qué raro, pues, esculpir otro juego de palabras exclamando con signos de pregunta lo que tantas madres siempre conocen entre los paréntesis de la ciudad. Sepa Ud que la deshumanización por las anfetaminas se traza con la rila, con el verde del jardin de Doña Mierda o el negro que nos robó el celular por un poco de "talco". Sepan a lo que me refiero con poco cuidado para cuidar lo ya casi extinto. Ahora bien, pues sea algo químico por explicar, pero el daño cerebral se debe a la gran cantidad de anfetaminas que despide la travesura. La tanta cantidad de anfetamina corrompe el yugo equilibrado de nuestras emociones. El más a más de cada dia rompe la emocion humana y uno se queda haciendo frio juzgando sus actos por el solo consumo. Ocurre pues con ese consumo, los consumidores adquieren otra vez la anfetamina que regresa sus emociones y de alli la dependencia. Una dependencia que se trata de solo sentir, porque corporalmente no pueden producir emocion, sus propias anfetaminas se quedaron marchitas. La anfetamina, producto que corresponde a nuestra emoción.
Me pregunto cómo seria dejar mis emociones en una rila y no en mi propio cerebro. CEREBRO. Sabe al lenguaje maquinal de tantons ingenieros, químicos o algo asi. Las emociones en la palma de mi mano y nacida desde alguna cabina de baño de algún lugar. Seria el mismo, quizá. Bueno, tal vez con más temas por novela, pero sí seria el adiós a tanta poesía.... aunque ya le dije adiós...
No sé qué mierda consumo....

miércoles, 22 de agosto de 2007

En ajedrez...


Pero dicen que las horas aburren cuando se charla con los cuadrados del ajedrez o con el virtuoso silencio entre las palabras del mudo libro que nadie leyó. Pero es que no bastan las horas para que la gente no se aburra de sí misma y consigo misma. Pues cuesta algunas veces ser reconocido con el velo de la autopista de doble vía entre el tiempo y la distancia.
Pero que tan difícil puede ser el consumo que eleva a uno mismo a olvidar lo que no se haya. Será que siguiese igual los tres cuadrados de vereda o los tres asientos que forjan las fronteras humanas. Sea que ahora lo piense, aunque la impresión más se forma en la ausencia.
Que tan corta de palabras la miga no almorzada, la pequeña gota de garúa que humedeció una uña o el lapiz marcado por los dientes del aburrimiento. Sepa que no quisiera decir todo como para no ahuyentar. Pues que en cierto modo no me aburro aún y de tantas maneras mantengo aún el equilibrio.
Quizá me acerque o eche a correr...
Lástima que mejor se le ve divirtiendose consigo misma que conmigo...
El sinónimo de la dependencia puedo ser al verla...
Mejor me voy. Quizá alguien escriba lo mismo que yo ahora y será quien no tenga algo que hacer, quien pierda el tiempo como ahora me toca...
(Duro diez minutos... para qué más)

martes, 14 de agosto de 2007

Ampara


Pisando las alforjas que guardan vida
Y muerte como lazo de doble nudo,
Me digo y me cuestiono y me miento
Si es la soledad, el mismo tiempo
Que estereotipa el gesto en ayuno
Cuando respiro, dulce y mía,
La vida encuadernada, el peso
Del silencio, la cicuta, la herida.

Y un fin ,entre mitades y enteros,
Desvelan un sueño taciturno
Que acribilla el suspiro,
Que es una rapsodia del beso.
Y se exclama lo que nunca se dijo.
Me pregunto,
¿tuvo, la voluntad, cierto miedo?
¿alguien extravió su propio murmullo?

Enciende, aunque sea por albedrío,
O por libertad, o por gracia,
Pero repercuta este haz oscuro
Que no es redentor si tiene palabra,
Que es un atavismo diurno
Con crápula infame y no sigo.
Y no sigo, porque ¿quién ampara?

Secc: Finito. De: "Etcétera"

Si supiese escribir
Con alba negada y tímida,
Con el prejuicio estoico
De cada escritor y el ¡vivid
De pie con alegría,
Con la despedida de novios!

Sentía y amortaja el tiempo
A las añejas rimas
Que pillan el silencio
Con lo eterno de las líneas
Que compone el azulejo,
El de arriba, más allá del cielo.

Pues afirmé las piedras
Que cuelgan de mis manos
Sin una voluntad inmune,
Sin la culpabilidad de las anatemas.
Y un altar de recién casados
Con un divorcio por firmar.

Horas



Cinco, siete, cuatro... avanza, se detiene, se adelanta, se retraza, retrocede el reloj. El cuenta tiempo envasa la nostalgia, el atavismo, la puntualidad del minutero, el rutinario segundero y el engreído calendario. Las fechas siendo menos y los menos a mases con la muerte y el destierro de los minutos, y el sin saber de las horas.
Qué arpía es la hora, silencio por el susurro de mi conciencia. Qué canalla es la revelación del tramo inmune al cambio, sea digital, sea de manecillas, sea arena.
Dime ¿de qué sería el reloj?
Instrumento de tortura que cuenta lo humano en instantes, el epitafio último en un informe de vida. Instantes de vida, pero tanto puedo escribir y poco retroceder al tiempo.
Me duró veinte minutos... ¿Quisieras volver a comenzar?
Cinco, siete, cuatro, ocho...
Las mismas horas de ayer.

martes, 7 de agosto de 2007

¿Quién mató al rey?

Me considero enfermo y exiliado de esta realidad. Tengo todas las características para que me juzguen de loco y los manicomios serían mi hogar. Me sentiría orgulloso al hacerme conocerme como desquiciado o loco. El loco es quien tiene una capacidad subjetiva muy desarrollada, me gustaría tener esa capacidad porque así mis poemas dejarían de lado muchos sentimientos obvios y se fijarían en lo más recóndito del alma, tan recóndito que solo la locura me puede mostrar.

No se debe juzgar a una persona loca solo por contener ideas en contra y totalmente erradas. Para el loco, sus ideas que nosotros ,los cuerdos, consideramos erradas, contienen mucho sentido en su realidad. Consideraría que los cuerdos son solo un grupo mayoritario que nos imponen qué tiene sentido y qué no. Cuantas obras artísticas no hubiesen sido hechas si la locura no estuviese presente en cada autor, una locura que los motivo a ir en contra de lo rutinario, eso los hizo famosos y hasta algunos despreciados, como , por ejemplo, Van Gogh.

Le debemos mucho a la locura. Sin la locura estuviésemos en un mundo totalmente unísono. Quisiera alejarme de tantas realidades con el propósito de crear una realidad para mí. Seguiré explorando cada rincón de mi alma para encontrar nuevos sentimientos, un sentimiento tan escondido que me considerarán loco por hablar de ella. Siento que la locura será la respuesta a tantas dudas que tengo. La locura me separará de las razones que viven conmigo, siento que debí haber hecho eso desde un principio.

miércoles, 1 de agosto de 2007

La seudonovedad del peatón

El penacho blanco al fondo del polverío militar. Las botas, la sangre ceñida en el rostro. Rejuvenece la libertad en la trompetada de cada diana. El mausoleo de cada rifle. La literatura de los tinterillos, la mofa de la radio malograda. Las baterías nacionales y el mercurio del cielo que empeñó al sol por el dos por uno. Perdió y perdieron. Pueril, joven de sombrero y chaqueta. Las mangas, la propaganda del perfume. Un número de serie que es el documento de identidad. Las barras de producción y el niño infantilmente maduro. Las droga de la señora Enriqueta, el hijo, la concubina. Las promociones de la vida y la ciudad brinda con copitas hechas de manos. Pidiendo, reclamando, riendo. Lo último tenía que ser. El político, las barrenderas. Lo que delata al juez, lo que el hierro no mata, lo que el hierro no termina. La luciérnaga que embadurna el barroco de las necedades. La caja, el quejido, el desamor con amores. El plástico barato, la fantasía del niño, la muñeca que no tuvo, el superhéroe que su padre nunca llegó a ser. La madre maravillosamente madre. El prostíbulo, la vieja escuela, el vaso, el cristal, el chino hijo de puta del dueño, la marihuana. Quiera quien fuese, mengano o fulano de San Pincho, de San Puta. La onomatopeya de las caricaturas. Condorito; la chicha; la naranja irritante; el amor con cuerpo falso, con historias inventadas. El secuestro, la niña que deseó ser varón. El siquiatra social, el ginecólogo de las despedidas de soltero.
Chorrea la cerveza, la bencina, el polvo, el quete, la desesperación. Los baños por centros de comercio; la escuela, una mierda. Corrige con el borrador de papa lo que manchas con tinta. Aquí hubo sol. En invierno, siempre seguía siendo el infierno. No quieres tomar leche y ellos no quieren tomar más té. Piedra, polvo, la cuerda, el ula-ula de las madres embarazadas. La respuesta que el pueblo pide. La ambición que los héroes no reclaman. Nadie fue el amor y un taxista resultó ser la única luz divina.
No llegó. El derrotado, el Goliat, el hijo de puta de las navidades quien nos roba el pesebre para luego nadie ser tragado por un tigre.

Tones...

¿Qué quién era? ¿Hombre o mujer? ¿Sabías que le gustaba las mujeres? ¿Cuántos poemas escribió? ¿Demasiados? ¿Estuvo en la calle esta noche? ¿No lo viste en la tarde ni en la mañana? ¿Dónde fue esa noche? ¿Qué compró en el bar de la señora de la vuelta? ¿Fumaba marihuana? ¿Eso no vendían allí? ¿Qué hizo con la cerveza y los cigarros? ¿A qué parque fue? ¿Consiguió un asiento? ¿En qué pensaba una vez estando en el césped mojado? ¿Abrió su celular? ¿A quién llamó? ¿Su enamorada contestó? ¿Le había escrito a ella? ¿Qué le dijo? ¿Colgó? ¿Qué hizo él respecto a eso? ¿Se tomó solo toda la cerveza? ¿Pidió más? ¿Se fue a su casa? ¿Pudo cruzar la pista? ¿Qué hizo con las tres cajetillas de cigarros? ¿Le invitó al guachimán? ¿Fumaron en la caseta todo el tiempo? ¿Entró a las tres de la mañana? ¿Cómo entró? ¿Qué hizo después de fumar todo el cigarro? ¿Terminó en la esquina donde venden droga? ¿Qué compró? ¿Te tengo que creer? ¿Después? ¿Gastó todo su dinero? ¿Se lo fumó todo en el parque? ¿De nuevo? ¿Volvió a llamarla? ¿Era culpable de la pelea? ¿Ella lo era? ¿Qué hizo ella para que lo fuera? ¿Con quién? ¿El amigo? ¿De verdad? ¿Y eso también? ¿En la cama de sus padres? ¿A qué hora? ¿Tan tarde? ¿Después de una fiesta? ¿Qué pasó luego? ¿Le robaron el celular? ¿Con navaja? ¿Fue herido? ¿Qué escribió? ¿Qué aún así la amaba? ¿Y ella? ¿Cómo que culpable? ¿Luego? ¿Si no fuese por ella? ¿Podría ir él a su casa si ella no lo hubiese insultado? ¿Quién lo encontró en la vereda? ¿Qué dijo la señora del pan? ¿Lo levantó ella sola? ¿La enamorada lo sabía? ¿El amigo también? ¿Se perdieron de vista? ¿Se encontró el arma? ¿Un cuchillo? ¿Tanta sangre hubo? ¿Toda la vereda? ¿Por tan solo un celular? ¿Así falleció? ¿Tanto quiso completar su mensaje? ¿Cómo sabes qué decía el mensaje? ¿Se había guardado en el celular? ¿Atraparon a los asesinos? ¿Salieron a la calle otra vez? ¿El cuerpo? ¿Sí? ¿No? ¿No está? ¿Ella? ¿Él? ¿El otro? ¿Nadie? ¿Supo su última palabra? ¿Nunca recibió el mensaje? ¿Fue a verlo después? ¿No podía? ¿Nadie la encontraba? ¿Se pensaba en lo peor? ¿Casi? ¿Sigue viva? ¿Me debe causar gracia? ¿Desapareció? ¿El otro? ¿Continuó? ¿Se arrepintió? ¿Soledad? ¿Falleció? ¿Natural? ¿Y tan joven? ¿Así de chocante fue la noticia? ¿Su madre? ¿Su padre? ¿Salieron del país? ¿A Argentina? ¿No se sabe? ¿Huyeron? ¿Escaparon? ¿El entierro? ¿Fosa? ¿Dónde? ¿Tan lejos? ¿Allí? ¿Así acabó la historia? ¿Y yo? ¿Qué quién? ¿Por qué? ¿No sabías que tenía un hermano? ¿Si soy de acá? ¿De Perú? ¿Qué tú qué? ¿Sobre que quién eres? ¿Tu esposo tiene que ver? ¿Ya viene? ¿Acaba de tocar la puerta?...
hola, papá...