martes, 11 de marzo de 2008

Como lobos de mar

Dedicado a quien saludo por amenaza de un reproche :)

Siempre escuche esa frase para referirse a los viejos marineros abandonados de la mar, suspendidos en algún muelle o naufragos rendidos de la sal. Y al ver un lobo de mar se puede notar su tristeza, su experiencia en la mar que hace de su vida pobre, rutinaria a lo mismo, a lo nuevo para tantos , pero es monotonía. Sobre los otros lobos de mar, los que se quedaron en la tierra para no viajar, para no volver a vivir las vicisitudes de la juventud, ellos pareciera que miran a su alrededor con una historia por querer contarla y se la quedan haciendo ecos de desesperación. Suelen ser esos lobos de mar que caminan por la orilla del mar sin mas compañero que su propio perro, quienes buscan conversar con los más jovenes. Unos lobos de mar que se encariñan con lo hijos que no son suyos, con los que su experiencia fuera tan anecdotica como para narrarla, pero no se hacen conocer.
Asi fue como conoci a un lobo de mar. En la playa, al sur, lejos de Lima. Con voz quebrada por la experiencia, con una peladita brillante de brillantez mental, canas en la barba, el vino borbon, sus mapas antiguos, sus viajes en carabelas de papel a Europa. Su imagen del sexo: su travesura en un tren. Decir en francés que soy peruano, que vengo de lejos, que estudiare arte. Francia, Inglaterra, mapas, recuerdos tallados en madera por dos centavos de euro, de algo, de nada, porque la mochila no es tan solo una joroba con brillantes, sino la supervivencia urbana, la pelea por la comida, robarle a alguien algo y saber que es despuès.
Y pobre lobo de mar que se va para no volverlo a ver mas. Que me invito una cerveza, alguna carne muy buena, cuatro libros buenos, una historia encantadora, lo agusto de viajar, de dibujar y contarles a todos lo que el como marinero hizo de su mar, porque cuando se dibuja se hizo tan suyo que es un micro mundo y macro a la vez. Que abarca su orilla... su muelle... donde se quedo para que sus ojos tristes se me acerquen con el reproche de no escuchar lo que dira porque quiza ya lo conto mil veces...
Para darme cuenta que yo seria el primero y el ultimo. Lo hizo para no sorprenderme.

1 comentario:

Marietha Frantzen dijo...

cómo es que tienes tan pocos comentarios, si escribes tan...bien.